La OMS declara el talco como un producto probablemente cancerígeno
Han clasificado al talco en el Grupo 2A, indicando una posible relación con el cáncer de ovario y preocupaciones sobre la contaminación con asbesto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha designado al talco, un mineral comúnmente utilizado en productos cosméticos y polvos corporales, como "probablemente cancerígeno" para los seres humanos.
Esta clasificación fue realizada por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), un organismo dependiente de la OMS, que evalúa la carcinogenicidad de diversas sustancias. Tras una exhaustiva revisión de la evidencia científica, la IARC ha colocado al talco en el Grupo 2A, indicando una evidencia limitada de que puede causar cáncer en humanos, especialmente cáncer de ovario, pero con pruebas más concluyentes en animales de laboratorio.
El talco se extrae en muchas partes del mundo y su uso está extendido en productos de uso cotidiano como maquillajes y desodorantes. Además, puede encontrarse en alimentos y medicamentos. Un aspecto preocupante es la posible contaminación del talco con asbesto, una sustancia reconocida por su peligrosidad cancerígena. La IARC advierte que esta contaminación, aunque difícil de medir, podría exponer tanto a los trabajadores como al público general al asbesto, especialmente a través de productos contaminados como polvos corporales.
La controversia en torno al talco y su posible relación con el cáncer de ovario no es nueva. En Estados Unidos, la multinacional Johnson & Johnson ha enfrentado múltiples demandas por la presencia de componentes cancerígenos en su conocido producto Baby Powder. La empresa siempre ha defendido la seguridad de su producto, pero la magnitud del litigio la llevó a suspender la venta de Baby Powder a nivel mundial desde 2022, después de haberlo retirado previamente en Estados Unidos y Canadá.
La clasificación del talco como "probablemente cancerígeno" no significa que cualquier uso ocasional del producto implique un riesgo inmediato de cáncer. Alejandro Pérez Fidalgo, oncólogo del Hospital Clínico de Valencia, destaca que el riesgo depende de la dosis, tiempo y forma de exposición al talco.
La comunidad científica insiste en la necesidad de implementar políticas preventivas para minimizar la exposición a estos compuestos peligrosos y proteger mejor a los trabajadores y al público en general.