Declaran estado de alerta en Islandia por posible erupción volcánica
Tras presentarse más de 1,000 pequeños temblores diarios, Islandia entra en estado de alerta por la posibilidad de una gran erupción volcánica en Grindavík
Desde finales de octubre, Islandia ha experimentado una creciente actividad sísmica en el suroeste de la isla, desencadenando temores de una inminente erupción volcánica. Con más de 1,000 pequeños temblores diarios en una amplia zona alrededor de Grindavík, los expertos señalan que este enjambre sísmico podría ser el preludio de un evento tectónico significativo.
El epicentro de los terremotos se encuentra en la península de Reykjanes, a menos de 60 kilómetros de la capital, Reikiavik. La intensificación del enjambre sísmico y la intrusión de magma han llevado a la Oficina Meteorológica Islandesa a pronosticar una erupción inminente.
A medida que la actividad sísmica se desplaza hacia el sur de Grindavík, existe la posibilidad de una erupción submarina. La altitud del hipocentro ha disminuido, y la intrusión de magma ha generado un levantamiento del terreno detectado por el GPS.
Sin embargo, los científicos aún no pueden predecir con certeza el lugar y la magnitud de la erupción, subrayando que la "probabilidad de erupción volcánica en los próximos días es alta".
La incertidumbre sobre la erupción se ve agravada por la topografía única de Islandia y la naturaleza del vulcanismo en la región, que tiende a ser de lava basáltica, menos explosiva pero más fluida. Aunque se espera que las erupciones sean menos explosivas que las recientes en La Palma, los riesgos incluyen emanaciones tóxicas y la posibilidad de afectar el tráfico aéreo regional y global.
Ante este escenario, las autoridades han declarado el estado de alerta en Grindavík y han comenzado evacuaciones preventivas en aldeas cercanas. La posibilidad de una iniciación submarina plantea riesgos adicionales, resaltando la complejidad y la gravedad de la situación en la que Islandia se encuentra.