Basura espacial, una problemática creciente
El número de satélites ha experimentado un incremento significativo, en la actualidad se calcula que existen 7,000 en la órbita terrestre.
En 2009 el satélite ruso Cosmos-2251 y un satélite de comunicaciones operado por la firma estadounidense Iridium colisionaron violentamente, resultado de la cada vez más congestionada autopista espacial que representa una amenaza latente para nuestro planeta. Este incidente puso en descubierto una de las problemáticas de este siglo: el tráfico espacial.
A lo largo de las décadas, naciones y empresas han lanzado satélites, los han dejado en órbita mucho después de su vida útil, y han abandonado cohetes agotados y residuos de colisiones previas. Con la creciente actividad espacial, como el intento reciente de naves espaciales de India y Rusia de aterrizar en la Luna, se vislumbra una nueva carrera espacial con el potencial de incrementar aún más la basura espacial.
En la órbita terrestre baja, donde los satélites se encuentran más próximos a nuestro planeta, la acumulación de basura espacial representa una amenaza inminente. Miles de satélites activos deben sortear tanto la chatarra espacial como otros satélites, como señala un artículo en Coda Story escrito por Sarah Scholes.
El número de satélites activos en la órbita terrestre ha experimentado un incremento significativo, pasando de 1,000 en 2009 a casi 7,000 en la actualidad. Los riesgos de colisión entre satélites en el espacio plantean una amenaza potencialmente catastrófica para nuestro planeta, afectando sistemas de navegación, comunicación, pronósticos del tiempo y numerosas industrias esenciales.
Ante este panorama crítico, Estados Unidos ha iniciado una campaña para evitar futuros incidentes, incluyendo la cooperación con otras naciones. Sin embargo, en el horizonte se divisa un desafío aún mayor con la expansión de la actividad espacial y compañías como Space X.