
Miles se movilizan en EE. UU. para protestar bajo el lema “No Kings”
El movimiento “No Kings” reunirá a miles en EE. UU. el 14 de junio para "rechazar el autoritarismo y defender los valores democráticos".

El próximo 14 de junio, miles de personas en Estados Unidos saldrán a las calles en una protesta nacional bautizada como “No Kings”, organizada como respuesta al desfile militar convocado por el presidente Donald Trump con motivo de su cumpleaños número 79. El movimiento rechaza lo que considera una celebración autoritaria y busca reafirmar los principios democráticos frente al uso simbólico del poder militar en actos públicos.
Detrás de la protesta está el Movimiento 50501, en coordinación con decenas de colectivos progresistas. Su consigna es clara: “Estados Unidos no tiene reyes, y no celebra sus cumpleaños”. Las movilizaciones están programadas en los 50 estados del país, en parques, plazas y edificios públicos, con actos culturales, discursos y actividades comunitarias. La convocatoria incluye un mapa interactivo en el sitio oficial: https://www.nokings.org/ para facilitar la participación ciudadana.
Las manifestaciones también se enmarcan en un contexto de creciente malestar por las redadas migratorias y el despliegue de fuerzas militares en ciudades como Los Ángeles. Organizaciones civiles han denunciado el uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias y ataques a periodistas. En respuesta, alcaldes y gobernadores han pedido el cese de estas acciones y la retirada de tropas, argumentando que representan un riesgo para la democracia.
El desfile convocado por Trump en Washington D.C., con un costo estimado de hasta 45 millones de dólares, ha sido criticado por opositores que lo comparan con los espectáculos militares en regímenes autoritarios. Aunque los organizadores del evento oficial aseguran que busca conmemorar el 250.º aniversario del Ejército de EE. UU., los detractores consideran que se trata de una muestra de poder personalista.
“No Kings” surge como un contrapeso simbólico y social a esta narrativa, promoviendo una visión participativa de la democracia y rechazando el culto a la figura del líder. La campaña ha ganado visibilidad gracias al respaldo de figuras públicas como Chrissy Teigen y se ha convertido en un espacio de expresión colectiva para quienes temen que valores fundamentales como la libertad de expresión, los derechos civiles y la diversidad estén siendo amenazados.
