Huracán Oscar agrava la crisis energética en Cuba
Cuba enfrenta su tercera caída del sistema eléctrico en menos de tres días, agravada por el paso del huracán Oscar. La ayuda internacional está en camino.
El sistema eléctrico de Cuba ha colapsado por tercera vez en 72 horas, afectado tanto por fallas internas como por el impacto del huracán Oscar, que azotó la región oriental del país. Con vientos de hasta 130 kilómetros por hora, el meteoro complicó aún más los esfuerzos del gobierno para restablecer la energía, en medio de una situación ya crítica. Algunos países han ofrecido ayuda, mientras la isla enfrenta su peor crisis energética en años.
El presidente Miguel Díaz-Canel, en un mensaje televisado, advirtió que el gobierno actuará con rigor contra cualquier intento de desorden público durante los apagones. Algunos barrios de La Habana han sido testigos de cacerolazos y protestas, como el cierre de calles en Centro Habana. Díaz-Canel también denunció que ciertos actos de protesta estarían influenciados por la contrarrevolución desde el extranjero.
El Ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, indicó que los esfuerzos de recuperación se centran en asegurar el suministro eléctrico a zonas hospitalarias y de servicios esenciales. Sin embargo, la situación sigue siendo extremadamente delicada, debido al mal estado de las termoeléctricas y la falta de piezas de repuesto, agravada por el embargo estadounidense. De la O Levy explicó que se espera lograr una mayor estabilidad en los próximos días.
Mientras tanto, los trabajos escolares y administrativos no esenciales han sido suspendidos, y los habitantes de las zonas más afectadas buscan soluciones improvisadas para cocinar antes de que los alimentos se estropeen. A través de las redes sociales, la población intercambia información sobre puntos de suministro de gas y alimentos preparados, mostrando una resiliencia ante la adversidad.
A pesar de los esfuerzos del gobierno y la ayuda internacional en el camino, la recuperación del sistema eléctrico cubano será un proceso gradual y complejo. Las autoridades continúan trabajando a contrarreloj para estabilizar el suministro, mientras la situación energética sigue generando tensiones sociales y políticas en la isla.