China desarrolla el primer reactor nuclear de sales fundidas y torio
China está lista para que en 2024 funcione su reactor TMSR-LF1 que promete más seguridad y eficiencia en la energía nuclear.
En el avance tecnológico y la energía nuclear, el Instituto de Física Aplicada de Shanghái está en camino de poner en funcionamiento el TMSR-LF1, el primer reactor nuclear de sales fundidas y torio en el mundo, programado para el año 2024. Este proyecto, ubicado en el complejo industrial Minqin de la provincia de Gansu, China, ya cuenta con la aprobación de la Administración China de Seguridad Nuclear, tras exitosas pruebas iniciadas en 2021.
Aunque no será el primero de su tipo, ya que otros países como Estados Unidos, Francia e India también exploran tecnologías similares, el TMSR-LF1 marcará un precedente al ser el primer reactor de sales fundidas que emplea el torio como combustible. Este logro es parte de la ambiciosa visión de China, que ya planea construir un reactor de mayor capacidad para 2030, consolidándose como líder en el desarrollo de tecnologías nucleares avanzadas.
La clave de esta innovación radica en el torio, un elemento químico tres veces más abundante en la corteza terrestre que el uranio utilizado actualmente en las centrales nucleares. Con aproximadamente 12 millones de toneladas de torio en el planeta, países como China, Brasil, India y Estados Unidos poseen los mayores depósitos, siendo India uno de los inversores más destacados en la investigación de reactores basados en torio.
Expertos aseguran que los reactores nucleares de sales fundidas no solo son más seguros que los actuales, sino que también ofrecen ventajas adicionales. Además, su arquitectura permite su instalación subterránea, aumentando la seguridad. Otro aspecto crucial es que los residuos radiactivos generados por estos reactores tienen un periodo de semidesintegración más corto que los residuos de reactores convencionales, simplificando su manejo.
Con estos avances, China no solo busca garantizar un suministro sostenible de energía, sino también llevar la tecnología nuclear a regiones remotas y áridas, donde la escasez de agua no será un impedimento. Este paso representa un paso significativo hacia el futuro de la energía nuclear, destacando el potencial de la tecnología de ventas fundidas y torio en la evolución de las centrales nucleares de cuarta generación.