Chile albergará el telescopio óptico más grande del mundo
El Telescopio ELT, que comenzará a operar hasta 2028, contará con espejos gigantes que captarán 100 millones de veces más luz que el ojo humano.
En el árido desierto chileno de Atacama, el Observatorio Europeo Austral (ESO) está erigiendo el Telescopio Extremadamente Grande (ELT), que se convertirá en el telescopio óptico más grande del mundo al finalizar su construcción en 2028. Este monumental proyecto se alza en lo alto de una montaña y promete transformar nuestra capacidad para observar el cosmos, gracias a su impresionante diseño y tecnología de vanguardia.
El ELT contará con cinco espejos gigantes que serán cruciales para su funcionamiento. La doctora Elise Vernet, experta en óptica adaptativa del ESO, supervisa el desarrollo de estos espejos. Entre ellos, el espejo convexo M2, con un diámetro de 4,25 metros, ha sido descrito por Vernet como una "obra de arte" debido a su precisión y complejidad. Sin embargo, los espejos primarios M1 y M4 destacan aún más por su tamaño y capacidades técnicas.
El espejo primario M1, con un diámetro de 39 metros, es el más grande jamás construido para un telescopio óptico. Este espejo está compuesto por 798 segmentos hexagonales que se alinean para funcionar como un único espejo monolítico, captando 100 millones de veces más luz que el ojo humano. Su precisión es tal que debe mantener su forma con una exactitud 10,000 veces superior al grosor de un cabello humano.
La construcción del ELT no solo involucra estos gigantescos espejos, sino también un conjunto de tecnologías avanzadas desarrolladas por instituciones y empresas de todo el mundo. Mientras el ELT se prepara para revolucionar la observación astronómica, otros desarrollos en tecnología óptica, como los espejos cuánticos y ultrafinos, continúan avanzando en campos tan diversos como la computación cuántica y la fabricación de microchips.
A medida que el Telescopio Extremadamente Grande se acerca a su culminación, el impacto de esta obra monumental será profundo. Al comenzar a operar en 2028, el ELT no solo permitirá captar imágenes más detalladas del universo, sino que también podría ofrecer nuevas perspectivas que redefinirán nuestra comprensión del cosmos.