Ingenieros japoneses avanzan en el desarrollo de robots con piel humana
Una innovadora máscara facial, creada con células humanas, promete mejorar la interacción entre humanos y robots al dotarlos de expresiones faciales auténticas y capacidades de autorreparación.
Un equipo de ingenieros japoneses de la Universidad de Tokio, liderado por el profesor Shoji Takeuchi, ha desarrollado una máscara facial para robots utilizando células de piel humana. Este material, creado en laboratorio, es flexible y permite a los robots mostrar expresiones faciales, como sonreír. La investigación, publicada en la revista Cell Reports Physical Science el 25 de junio, también destaca que esta piel tiene capacidades de cicatrización y autocuración, incluso frente a quemaduras.
Durante años, los ingenieros han buscado materiales que no solo protejan la maquinaria interna de los robots, sino que también sean ligeros y flexibles. Este nuevo método de fijación de piel, que imita los ligamentos humanos, representa un avance significativo en la robótica biohíbrida, combinando ingeniería mecánica y genética. Kevin Lynch, director del Centro de Robótica y Biosistemas de la Universidad Northwestern, destaca que esta innovación contribuye al desarrollo de pieles autorreparadoras en robots.
La robótica está cada vez más presente en industrias como la automotriz, la electrónica, y servicios de atención médica. Según la Federación Internacional de Robótica, en 2022 había 3.9 millones de robots industriales en uso. Los robots humanoides, equipados con dos brazos y dos piernas, están diseñados para operar en entornos humanos y se espera que su uso se expanda a sectores como la hostelería y la educación. Aunque la adopción masiva de robots humanoides enfrenta desafíos, incluyendo altos costos, el gobierno chino ha anunciado planes para producir estos robots en masa para 2025.
El equipo de Takeuchi ha desarrollado previamente un dedo robótico cubierto de piel viva que puede flexionarse como un dedo humano. Sin embargo, los retos continúan, especialmente en lograr que la piel artificial tenga sensaciones y responda a estímulos externos. Takeuchi aspira a construir pieles que incluyan vasos sanguíneos, nervios y otras estructuras complejas para acercarse aún más a la funcionalidad de la piel humana. La integración de señales electrónicas para transmitir sensaciones será un paso crucial en esta evolución.
El desarrollo de piel humana para robots no solo mejora su apariencia, sino que también abre nuevas posibilidades en la interacción humano-robot, haciéndolos más eficaces y empáticos. A medida que la investigación avanza, los robots con piel humana podrían convertirse en una realidad, transformando la manera en que interactuamos con estas máquinas y potenciando sus aplicaciones en diversas industrias.