Obras literarias de Vargas Llosa son declaradas Patrimonio Cultural
La proclamación se hizo pública a través de una resolución divulgada en el diario oficial El Peruano.
En una decisión que honra el legado literario del aclamado autor peruano Mario Vargas Llosa, se anunció la designación de cuatro unidades bibliográficas de sus obras como Patrimonio Cultural de la Nación. Esta significativa proclamación se hizo pública a través de una resolución divulgada en el diario oficial El Peruano.
La resolución emitida destaca que estos ejemplares selectos "abarcan los cuatro títulos inaugurales de la narrativa de Mario Vargas Llosa, los cuales están resguardados en los confines de la Biblioteca Nacional del Perú, personificando una exhibición de su talento literario, tanto en el formato breve como en la extensa novela".
El primer ejemplar digno de mención es "Los jefes" (1957). Esta obra, que abre la crónica literaria de Llosa, forma parte de la Colección Porras Barrenechea en la Biblioteca Nacional del Perú. La novela representa el debut literario del escritor arequipeño a la edad de veinte años, y en él se encuentran las raíces de elementos que desarrollaría más adelante en su carrera.
El segundo ejemplar, "La ciudad y los perros" (1963), marca el debut novelístico de Llosa. El poeta Marco Martos ha equiparado la trascendencia de esta novela con el impacto que "Los heraldos negros" (1918) de César Vallejo tuvo en la poesía, debido a su papel fundacional y pionero en la novela moderna peruana.
En tercer lugar, "La Casa Verde" (1966) surge de los recuerdos de Vargas Llosa sobre Piura y su travesía por la selva amazónica en 1959. La trama de esta obra se desarrolla en estos entornos geográficos.
Cerrando este distinguido cuarteto se encuentra "Los cachorros" (1967). Esta narración se alinea con la tradición de la novela corta. El autor revela que la inspiración para esta obra provino de una noticia que informaba sobre un perro que había atacado a un niño en los Andes.
Con este acto, el legado literario de Vargas Llosa se arraiga aún más en la identidad cultural de la nación, enriqueciendo su valor para las generaciones presentes y futuras.