Preocupación mundial por el agua y la comida

Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, cuya fecha es importante porque permite concientizar a la población sobre su importancia y su gestión sostenible. Además, este recurso es esencial para la vida de todos los seres vivos, así como para los diversos sectores de la industria como la agricultura, energía, manufactura, entre otros. No obstante, en regiones menos desarrolladas debido a su escasez y acceso limitado genera problemas de salud, hambruna y conflictos.

Para América Latina, la situación del agua potable causa preocupación. Según los datos de la Cepal de 2015, dicha región concentra casi un tercio de los recursos hídricos del mundo, con más de 230 000 cuencas. A pesar de ello, 18 millones de personas no cuentan con los servicios de saneamiento correspondiente, realizando sus excretas al aire libre y 34 millones utilizan saneamiento no mejorado.

Por lo que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU de cara al 2030, refiere lograr el acceso universal y equitativo al servicio de agua potable a un precio accesible para toda la población. "Lograr el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos para todos y poner fin a la defecación al aire libre, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y las personas en situaciones de vulnerabilidad", señala.

Sin embargo, no solo el acceso al agua es una creciente preocupación por parte de las naciones, sino que también la seguridad alimentaria, donde ambos ocupan una posición cada vez más relevante en la lista de problemas a resolver por los gobiernos de todo el mundo.

Según una encuesta elaborada por Statista Global Consumer Survey, realizada entre octubre de 2021 y septiembre de 2022, el suministro de agua y alimentos es considerado como uno de los mayores desafíos en México, así lo demuestra cuatro de cada diez mexicanos. En Sudáfrica esta situación es más alarmante, debido a que más de la mitad de los encuestados en ese país lo consideran como la mayor preocupación.

Como mencionamos, en cuanto a la escasez de agua potable y la malnutrición son problemas relacionados a países de muy bajos ingresos y con altos niveles de pobreza. No obstante, la guerra en Ucrania ha evidenciado la fragilidad de las cadenas de suministro globales, ya que se ha visto afectado el abastecimiento de trigo y otros cereales, cultivos esenciales para la seguridad alimentaria en todo el mundo.

Por otro lado, el impacto del cambio climático es cada vez más evidente, por lo que los habitantes de los países más desarrollados también muestran preocupación sobre la seguridad del agua y los alimentos.

En ese sentido, de acuerdo con la encuesta realizada, cerca del 27% de estadounidenses consideran que el suministro de agua es uno de los mayores desafíos que enfrenta su país a futuro. Mientras que, en Europa, la proporción de encuestados que ven la escasez de agua y alimentos como un problema relevante es baja, así lo evidencia España, Francia y Reino Unido con sólo dos de cada diez encuestados validando esta afirmación.