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Victor Ambros y Gary Ruvkun ganan Nobel de Medicina

Ambros y Ruvkun descubrieron el microARN, una diminuta molécula que desempeña un papel clave en la regulación genética y podría revolucionar el tratamiento de enfermedades.

Victor Ambros y Gary Ruvkun ganan Nobel de Medicina
Victor Ambros y Gary Ruvkun ganan Nobel de Medicina. Foto: Steve Jennings/Getty

El Premio Nobel de Fisiología o Medicina fue otorgado a los científicos Victor Ambros y Gary Ruvkun por su investigación sobre el microARN, una molécula clave en la regulación genética de organismos pluricelulares, incluidos los humanos. Este descubrimiento ha abierto nuevas perspectivas en la comprensión de cómo se desarrollan los organismos y cómo los errores en la regulación genética pueden llevar a enfermedades como el cáncer y la diabetes.

El microARN, una diminuta molécula de ARN, desempeña un papel fundamental en el control del proceso de producción de proteínas en las células. El hallazgo de Ambros y Ruvkun reveló que estas moléculas actúan como "controladores", indicando cuándo debe detenerse o ralentizarse la producción de proteínas, lo que es crucial para mantener el equilibrio celular. El Comité Nobel destacó que este descubrimiento ha revolucionado la comprensión del desarrollo biológico y las enfermedades.

Aunque en un principio su trabajo fue recibido con escepticismo, se ha confirmado que el microARN es esencial para la regulación genética en todas las formas de vida complejas, incluidos los humanos. El genoma humano tiene más de 1.000 formas de microARN, lo que subraya su importancia en la biología moderna. Esta nueva comprensión ha permitido explorar tratamientos experimentales para enfermedades como el cáncer y las cardiopatías.

Ambros y Ruvkun, quienes comenzaron su colaboración en el MIT, han seguido siendo figuras influyentes en la genética molecular. Sus contribuciones les han valido premios anteriores, como el Premio Albert Lasker de Investigación Médica Básica en 2008, consolidando su lugar en la historia de la ciencia.

Este descubrimiento abre una puerta hacia nuevos tratamientos que podrían revertir enfermedades graves, demostrando que la investigación genética tiene un potencial inmenso para cambiar el rumbo de la medicina moderna.