Mohammed al Bashir lidera el Gobierno provisional tras la caída de Al Assad
Al Bashir asume como primer ministro interino respaldado por los insurgentes.
Tras décadas de control por la familia Assad, Siria enfrenta una nueva era con la designación de Mohammed al Bashir como primer ministro provisional. Este movimiento llega pocos días después de la huida del presidente Bashar al Assad de Damasco, marcando el fin de medio siglo de dictadura.
Al Bashir anunció que liderará el país de manera interina hasta el 1 de marzo, respaldado por las fuerzas rebeldes que lograron derrocar al régimen. Durante una reunión con el Gobierno saliente, se discutió el traspaso de las carteras ministeriales al nuevo Ejecutivo, proceso que se prevé finalice en las próximas semanas.
“En los días venideros decidiremos sobre la reorganización de cada ministerio”, declaró Al Bashir ante la prensa, subrayando la importancia de esta etapa transitoria.
Mientras tanto, en distintas partes del país, la población celebra el final del autoritarismo de los Assad, reabriendo negocios y bancos pese a los recientes ataques aéreos israelíes.
En el frente militar, los insurgentes también lograron avances significativos al tomar el control total de la ciudad de Deir al Zur, previamente bajo dominio de fuerzas kurdas. El teniente coronel Hasan Abdelghani, portavoz de la coalición rebelde, confirmó la conquista de la ciudad y sus alrededores en una declaración oficial.
“Nuestras unidades han asegurado el centro y las afueras orientales y occidentales de Deir al Zur,” informó Abdelghani, destacando el progreso continuo en la zona noreste del país.
Sin embargo, no todo es confrontación. Con la mediación de Estados Unidos, kurdos y rebeldes alcanzaron un alto el fuego en una ciudad del norte sirio, un gesto que podría marcar el inicio de negociaciones más amplias.
Desde el exterior, el nuevo liderazgo también encuentra eco. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, describió la caída de Al Assad como una "gran transformación" en Siria. “Los opresores han perdido y han sido humillados, mientras los oprimidos prevalecen”, dijo.
Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos anunció que reconocerá y apoyará a un nuevo gobierno sirio, siempre y cuando cumpla con ciertas condiciones, como la destrucción de arsenales de armas químicas y la garantía de derechos para mujeres y minorías.
La salida de Bashar al Assad y el inicio del liderazgo de Mohammed al Bashir representan un punto de inflexión histórico para Siria. Si bien el país enfrenta grandes desafíos, desde la reconstrucción política hasta la estabilización del orden social, también abre la puerta a un futuro con mayores esperanzas de democracia y justicia. La comunidad internacional y los propios ciudadanos sirios miran con cautela, pero también con renovada fe en un cambio duradero.