
Mark Carney asume el liderazgo de Canadá con un mensaje contundente a Estados Unidos
El nuevo primer ministro canadiense promete una transición fluida y advierte sobre represalias comerciales en respuesta a los aranceles impuestos por Washington.

Este viernes, Mark Carney asumirá oficialmente como primer ministro de Canadá, tomando el relevo de Justin Trudeau tras su renuncia en enero. La ceremonia de juramentación se llevará a cabo a las 11:00 (hora local) en Rideau Hall, la residencia oficial del jefe de Gobierno en Ottawa. Con esta toma de posesión, inicia una nueva era política en el país norteamericano.
A pesar de pertenecer al mismo Partido Liberal que su predecesor, Carney ha manifestado su intención de formar un gabinete con autonomía y establecer su propia agenda de gobierno. Sus primeras declaraciones han dejado claro que su enfoque se diferenciará especialmente en materia económica y en la tensa relación comercial con Estados Unidos.
“La transición de gobierno será fluida y rápida”, aseguró el nuevo mandatario. Además, enfatizó que su administración está preparada para enfrentar los desafíos actuales del país, entre ellos, el conflicto con Washington por los recientes aranceles impuestos por la administración de Donald Trump.
Postura firme ante la guerra comercial
En respuesta a las medidas proteccionistas de Estados Unidos, Carney ha prometido una estrategia que minimice el impacto en Canadá y maximice la presión sobre su vecino del sur. “Mi Gobierno se asegurará de que nuestra respuesta tenga un impacto máximo en Estados Unidos y un impacto mínimo aquí, en Canadá, mientras apoyamos a los trabajadores afectados”, declaró con firmeza.
Por su parte, el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, señaló que cualquier negociación sobre los aranceles deberá esperar hasta que Carney asuma oficialmente el cargo. “Vamos a crear un entendimiento, a asegurar que nos conocemos mutuamente y, luego, vamos a negociar con todo Canadá”, expresó.
Una trayectoria marcada por la gestión de crisis
Nacido en Fort Smith y criado en Edmonton, Carney, de 59 años, es un economista con una amplia trayectoria en el sector financiero. Tras graduarse en Economía en Harvard y obtener su máster y doctorado en Oxford, trabajó en Goldman Sachs antes de ingresar al sector público.
Durante la crisis financiera de 2008, fue nombrado gobernador del Banco de Canadá, posición desde la que implementó medidas que ayudaron al país a sortear la recesión global. En 2013, asumió la gobernación del Banco de Inglaterra, donde enfrentó desafíos como el Brexit y el inicio de la pandemia de COVID-19.
En 2020, tras dejar su cargo en el Banco de Inglaterra, se convirtió en presidente del consejo de administración de Brookfield Asset Management y fue designado enviado especial de la ONU para la Acción Climática y Finanzas. Aunque nunca había ocupado un cargo político, su cercanía con el poder y su experiencia en la gestión de crisis lo convirtieron en el candidato ideal para liderar el Partido Liberal.
Un ascenso vertiginoso al poder
La crisis interna del Partido Liberal, sumada a la caída en popularidad de Trudeau y la renuncia de la viceprimera ministra Chrystia Freeland, aceleraron el ascenso de Carney al liderazgo. En la elección interna del partido, obtuvo una victoria arrolladora con más del 85% de los votos, superando ampliamente a sus contendientes.
Desde su llegada a la jefatura del partido, ha adoptado una postura firme ante Trump y las crecientes tensiones bilaterales. En su primer discurso tras su victoria, utilizó una metáfora del hockey sobre hielo, deporte nacional canadiense, para subrayar su determinación: “No buscamos esta pelea. Pero los canadienses siempre están listos cuando alguien se quita los guantes. Así que los estadounidenses no deberían equivocarse porque en el comercio, como en el hockey, Canadá ganará”.
El reto de gobernar en un periodo de transición
Carney asume el liderazgo de Canadá en un contexto de incertidumbre, con un mandato que, en principio, será transitorio hasta que se convoquen elecciones generales. Estas podrían celebrarse en abril, ya sea por decisión del Ejecutivo o por una moción de confianza en el Parlamento.
Con una trayectoria marcada por la gestión de crisis y un discurso firme en materia comercial, el nuevo primer ministro enfrenta el desafío de estabilizar el país y redefinir la relación con su poderoso vecino. Su gobierno tendrá la difícil tarea de equilibrar la respuesta a las medidas proteccionistas de Estados Unidos sin comprometer la estabilidad económica de Canadá. El tiempo dirá si Carney logra consolidar su liderazgo y encaminar a su país hacia una nueva etapa de crecimiento y estabilidad.
