Reconocimiento cultural: documentos afirman el origen peruano del pisco
La declaración de estos textos como Patrimonio Cultural no solo preserva su valor histórico sino que también celebra la identidad peruana.
El Ministerio de Cultura de Perú ha declarado como Patrimonio Cultural de la Nación varios documentos del siglo XVI, descubiertos en el Archivo General de la Nación, que certifican el origen peruano del pisco. Este reconocimiento resalta la importancia histórica y cultural de estos escritos, proporcionando evidencia sólida sobre los inicios de la producción de esta emblemática bebida.
La primera resolución se refiere a la "Escritura pública de carta de pago y finiquito entre Manuel de Azante y Jorge Capelo (1587)". Este documento revela el valor histórico, científico y económico-social al describir los primeros pasos en la producción de aguardiente de uva en el valle de Ica. La escritura no solo demuestra la antigüedad de la actividad vitivinícola, sino que también subraya el uso temprano de términos como "aguardiente" y "caldera", esenciales en la producción del pisco.
Otro documento destacado es la "Escritura de Compañía entre Juan Corzo y Andrea Candia (1589)". Esta resolución destaca el valor jurídico y económico de los acuerdos comerciales de la época, demostrando cómo los empresarios asumían responsabilidades y gestionaban sus negocios vitivinícolas. El documento también refleja las dinámicas sociales y económicas que envolvían la producción y comercio de pisco, mostrando la importancia del puerto de Pisco para la distribución de estos productos.
La "Escritura de Obligación de Cristóbal Martín de Escarcena a Enrique de Figueroa (1583)" es fundamental para entender la consolidación del comercio de vinos y aguardientes en la región. Esta escritura es la más antigua que menciona el aguapié, un insumo clave en la producción del pisco, y proporciona valiosos datos sobre las relaciones económicas y sociales en Ica durante el siglo XVI.
Finalmente, la "Escritura pública de testamento de Manuel de Azante (1605)" se declara Patrimonio Cultural, destacando el legado del productor de pisco más antiguo conocido. Este documento ofrece información sobre la estructura social y económica de la época, con Azante y sus asociados griegos liderando la producción y comercio de aguardiente en la región.
La declaración de estos textos como Patrimonio Cultural no solo preserva su valor histórico sino que también celebra la identidad peruana, fortaleciendo el reconocimiento internacional del pisco como una bebida de origen peruano. Con el liderazgo de la viceministra Carmen Inés Vegas Guerrero, este esfuerzo representa un hito en la conservación del patrimonio cultural y documental del país.