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CDMX como ejemplo de movilidad sustentable

Estrategias implementadas para transporte sustentable.  

CDMX como ejemplo de movilidad sustentable
CDMX como ejemplo de movilidad sustentable

En México el autotransporte genera casi la cuarta parte de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. De tal forma, la movilidad es uno de los principales sectores que debería cambiar para reducir las emisiones contaminantes y para mejorar la calidad del aire.

De acuerdo con el informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ONU), basado en el inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero, el transporte produce una cuarta parte de las emisiones de gases que provocan el cambio climático.

Ya que, durante muchos años, los gobiernos han privilegiado el presupuesto público para infraestructura para automóviles particulares y menos recursos para transporte público, lo que ha provocado que la forma de movilidad, además de contaminante, sea desigual.

Según este estudio de la ONU, la contaminación por transporte ya llegó a los pulmones de los mexicanos, pues 9 de cada 10 personas que habitan en una ciudad respiran aire contaminado.

Hacia la movilidad sustentable

En la búsqueda de alternativas que contribuyan a contrarrestar esta situación, diversas estrategias de movilidad sustentable han sido acogidas por autoridades, empresas y sociedad civil en distintas ciudades contemporáneas, como una forma de reducir su huella de carbono.

Conocida como un modelo de traslado y de ciudad, la movilidad sustentable permite a las personas ir de un lugar a otro sin generar tantas emisiones contaminantes, de forma accesible, eficiente y segura.

Un 75% de los habitantes de la Ciudad de México se mueve a través del transporte público, por lo que se privilegia la consolidación de este sector”, detalló Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la CDMX. “Una correcta estrategia de movilidad considera la descarbonización del transporte público y la conectividad entre el centro de las ciudades y sus periferias”, agregó a través de un comunicado.

Algunos de los pasos que han posicionado a la Ciudad de México (CDMX) como un ejemplo de esta práctica, son:

  1. Coalición Cero Emisiones. A principios de 2018, una alianza de organizaciones interesadas en transformar la ciudad se congregaron para alcanzar ese cometido. El sindicato Alianza de Tranviarios de México, integrado por trabajadores del trolebús y tren ligero de la ciudad; Bicitekas, organización orientada a promover la bicicleta como modo de transporte; El Poder del Consumidor; Frente de Organizaciones de Transporte Colectivo y Alternativo (FOTCA) agrupación de cooperativas de mototaxis en las periferias de la ciudad; Los Mosquitos, una cooperativa de bicitaxis en el centro; Transita Seguro, colectivo dedicado a promover la seguridad vial, y Greenpeace; se congregaron con el objetivo de realizar transformaciones urbanas, orientadas a aumentar el transporte público eléctrico y la infraestructura para moverse en bicicleta. 

  2. Proyecto Trolebici. Se trata de un carril compartido por el trolebús y la bicicleta, con el ancho suficiente para garantizar la seguridad de quienes pedalean. Se trata de la primera infraestructura para atravesar una gran parte de la Ciudad de México de norte a sur y viceversa, lo que ha generado conexiones con otras ciclovías ya existentes, haciendo posibles traslados más seguros.

  3. Transporte eléctrico. La CDMX ya cuenta con una infraestructura de transporte público eléctrico operada por el Servicio de Transportes Eléctricos, el cual ya tenía años en un estado de semiabandono y sin recibir inversión pública. Mientras la mayoría de las ciudades se están moviendo en autobuses eléctricos, la CDMX ha construido líneas especiales para troles, que tienen una vida más larga y además son menos caros. Además de la compra de trolebuses nuevos que hoy ya están circulando por las calles, se ha dado mantenimiento al Tren ligero que, de acuerdo a las autoridades, en los próximos años comenzará a operar con energía solar.

  4. Bicitaxis eléctricos. El Frente de Organizaciones de Transporte Colectivo y Alternativo (FOTCA), organización aliada que agrupa a más de 20,000 mototaxis en la zona conurbada, decidió dar un gran paso para profesionalizar sus servicios y sustituir sus vehículos por unidades eléctricas y mucho más seguras.

  5. Parque solar FOTCA. Diversas organizaciones lideradas por Greenpeace comenzaron la instalación de un parque solar para abastecer de energía a las primeras unidades de bicitaxis eléctricos que comenzarán a circular durante 2021, convirtiendo a FOTCA en la primera agrupación de cooperativas que se independizó de los combustibles fósiles.

  6. Ciclovía Insurgentes. Derivado de la pandemia, el gobierno de la CDMX se sumó a la tendencia global de instalar ciclovías emergentes como forma de garantizar la distancia física y evitar aglomeraciones en el transporte público. La avenida Insurgentes, la más larga del país, fue utilizada para ese propósito.

  7. Cablebús. Esta urbe destaca en la región por crear su propio organismo para teleféricos, el cual impulsó el cablebús, un proyecto de electromovilidad que produce cero emisiones. Como medio de transporte en las grandes ciudades, este proyecto ha sido de gran ayuda para las personas que viven en comunidades pobres, facilitando así su acceso al trabajo, la educación y la salud de manera segura.

“Trabajamos para que las personas se muevan mejor, en menos tiempo, con más seguridad y con menos generación de emisiones contaminantes”, aseguró Rodrigo Díaz, Subsecretario de Planeación, Políticas y Regulación de la Secretaría de Movilidad de la CDMX, en una entrevista reciente con Milenio TV.  

“Un esquema de movilidad fragmentado es la base del problema. Cada subsistema (Metro, Metrobús, Sistema de Transportes Eléctricos, Red de Transporte de Pasajeros, transporte concesionado, bicicletas) se planea y gestiona de manera separada”, finalizó Díaz.

Considerada como ejemplo para otras metrópolis latinoamericanas, con respecto al tema de electromovilidad a través de energías renovables y nuevas tecnologías, la CDMX tiene aún grandes desafíos por resolver. En este sentido, es inminente continuar con estrategias que permitan llegar los beneficios a la población general.

Para reducir la huella de carbono, los habitantes de las grandes urbes deben cambiar su forma de trasladarse hacia alternativas más sustentables como el uso de la bicicleta y el transporte público cero emisiones. Sin embargo, corresponde a las autoridades y organizaciones involucradas, garantizar que las condiciones para ello sean posibles.