San Pedro y San Pablo: tradiciones y celebraciones en Perú

La solemnidad de San Pedro y San Pablo, celebrada cada 29 de junio, es una festividad de gran importancia religiosa y cultural en diversas localidades de la costa, sierra y selva del Perú. Este feriado nacional reúne a devotos y comunidades en una serie de rituales y tradiciones que reflejan la rica diversidad cultural del país.

• Celebraciones en la Costa

En la costa peruana, la festividad está estrechamente ligada a la pesca artesanal, en honor a San Pedro, el pescador apóstol. Localidades como Chimbote (Áncash), Ilo (Moquegua), Chorrillos (Lima), y Callao, entre otras, inician el día con misas matutinas y procesiones que llevan la imagen de San Pedro al muelle. Allí, se realiza una bendición en el mar para garantizar buenas faenas de pesca. Las festividades continúan con ferias gastronómicas que destacan platos marinos como el cebiche y la parihuela, así como desfiles y presentaciones artísticas.

• Tradiciones en la Sierra

En la sierra, las festividades adquieren un carácter cultural más profundo, con elementos andinos tradicionales. Destacan las celebraciones en Congalla (Huancavelica) y Chilcayoc (Ayacucho), ambas declaradas Patrimonio Cultural de la Nación. En Congalla, la misa y procesión son seguidas por el "día apay", un compartir de alimentos y danzas como la danza de tijeras. En Chilcayoc, las festividades incluyen la preparación de altares y una procesión que culmina con la víspera de la Virgen del Carmen y la velada de toros.

• Rituales en la Selva

En la selva, Chazuta (San Martín) celebra a San Pedro con una misa y un paseo fluvial por el río Huallaga, extendiendo las festividades hasta el 1 de julio con desfiles de carros alegóricos y festivales gastronómicos. Otras localidades amazónicas, como Puerto Maldonado (Madre de Dios) y San Pedro de Chonta (Huánuco), también honran a los santos con misas, procesiones, y actividades costumbristas llenas de música, danza y gastronomía típica.

La festividad de San Pedro y San Pablo es un claro ejemplo de la diversidad cultural del Perú, donde cada región aporta sus propias tradiciones y formas de devoción. Desde las costas con sus rituales marinos, pasando por las celebraciones andinas llenas de simbolismo, hasta las festivas y coloridas manifestaciones en la selva, esta solemnidad une a los peruanos en una celebración rica en fe y cultura.