Propuesta 314 en Arizona: nuevas restricciones para migrantes y cambios en el rol policial
La medida enfrenta opiniones divididas y su entrada en vigor depende de una legislación en Texas.
Durante las elecciones de 2024, Arizona no solo emitió su voto en el Colegio Electoral a favor de Donald Trump, sino que también aprobó una serie de medidas legislativas de alto impacto, entre ellas la Propuesta 314. Esta legislación, promovida por legisladores republicanos, otorga a las fuerzas de seguridad locales y estatales la autoridad para detener a personas sospechosas de cruzar la frontera de manera irregular. La propuesta ha despertado un intenso debate en torno al control fronterizo y su efecto en las comunidades latinas y migrantes del estado.
La Propuesta 314 convierte en delito estatal el ingreso a Arizona por puntos de acceso no oficiales, lo que permite que la policía y otros cuerpos de seguridad puedan detener a personas bajo sospecha de cruzar la frontera sin autorización. Este cambio otorga a jueces locales la potestad de ordenar deportaciones, un ámbito históricamente reservado al gobierno federal y que hasta ahora estaba fuera del control de las autoridades estatales.
Sin embargo, la aplicación de la Propuesta 314 no se hará de inmediato. La medida está condicionada a que el Proyecto de Ley 4 del Senado (SB 4) de Texas esté vigente al menos durante 60 días consecutivos, sin interferencias legales. Esta ley de Texas, firmada en diciembre por el gobernador Greg Abbott, enfrenta actualmente suspensiones temporales en tribunales federales, lo cual deja en pausa la implementación de la Propuesta 314 en Arizona hasta que la legislación en Texas o una ley similar supere estos desafíos judiciales.
Además, la Propuesta 314 establece inmunidad para los agentes encargados de su cumplimiento, evitando que sean demandados por su actuación bajo esta legislación. Esto refuerza la intención de los legisladores republicanos de garantizar que los agentes del orden puedan ejercer su función sin temer consecuencias legales personales. A su vez, la ley contempla sanciones para quienes utilicen documentación falsa para obtener empleo o acceder a beneficios, una medida que penaliza las prácticas fraudulentas en la búsqueda de oportunidades laborales y servicios.
Las críticas a esta ley se han centrado en su posible efecto negativo sobre la economía de Arizona. Los opositores destacan que esto podría reducir el flujo de migrantes que buscan empleo, afectando a sectores clave como la agricultura, la construcción y el turismo, que dependen en gran medida de la mano de obra inmigrante. Experiencias pasadas muestran que políticas migratorias restrictivas en el estado han generado escasez de trabajadores y han elevado los costos laborales, un escenario que podría repetirse si esta nueva ley entra en vigor.
En el ámbito social, organizaciones defensoras de derechos civiles advierten que esta propuesta podría agravar el perfilamiento racial en Arizona, afectando especialmente a la comunidad latina. Aunque la ley establece la necesidad de una causa probable para realizar detenciones, los críticos temen que, en la práctica, esta facultad pueda derivar en una vigilancia desproporcionada y en discriminación hacia personas de origen hispano. Esta situación podría afectar la confianza de las comunidades en las instituciones policiales y desalentar la colaboración de los residentes latinos en investigaciones o emergencias.
La aprobación de la Propuesta 314 coloca a Arizona en un posible conflicto con la administración federal, que históricamente ha asumido el papel principal en la política migratoria. Si la Casa Blanca o el Departamento de Justicia deciden intervenir, podría desencadenarse una disputa legal y política sobre la autoridad del estado para aplicar leyes migratorias. Esto intensificaría el debate nacional en torno al control fronterizo y los límites de la intervención estatal en la política migratoria.