Día mundial contra el acoso escolar: panorama en Latinoamérica
El 70% de los niños latinoamericanos han sido afectados por el acoso escolar, lo que repercute en su etapa adulta y sus relaciones interpersonales.
En la actualidad, nos encontramos en un momento crucial en el ámbito educativo, donde no solo se trata de impartir conocimientos académicos, sino también de fomentar valores que respalden una convivencia respetuosa y segura en nuestras instituciones escolares. Uno de los desafíos más apremiantes que enfrentamos es la lucha contra el acoso escolar, y en la era digital, el ciberacoso.
El impacto del bullying y el ciberbullying no se limita a la etapa escolar, sino que persiste a lo largo de toda la vida. Según un estudio realizado por la ONG Plan internacional, el 70% de los niños en Latinoamérica son directa o indirectamente afectados por el acoso escolar.
Además, otro estudio realizado por la plataforma Educar es Todo, reveló que el 5% de los adultos que sufrieron acoso escolar llegaron a creer que los acosadores tenían razón, mientras que el 4% demostró la idea del suicidio como una salida. El 20% de los adultos que fueron acosados en su infancia aseguran que esta experiencia ha dejado una profunda huella en sus vidas, sufriendo de ansiedad, depresión y baja autoestima.
A pesar de los datos alarmantes y del persistente impacto de la violencia en el aprendizaje, existe una brecha de percepción entre los estudiantes y los directivos escolares. Mientras los estudiantes reportan altos niveles de discriminación y violencia, el 80.2% de los directivos considera que los problemas de convivencia son "problemas menores" o simplemente no existen, lo que dificulta la implementación de programas efectivos para gestionar el clima social en las escuelas.
En el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, es esencial recordar la necesidad de prevenir y abordar estos problemas de manera integral y comprensiva. La comunidad educativa, que incluye docentes, personal escolar, estudiantes y padres, debe involucrarse activamente en la prevención del bullying y el ciberbullying, reconociendo la complejidad de la conducta humana y las estructuras que contribuyen al acoso tanto dentro como fuera de la escuela.
El camino hacia una sociedad libre de acoso escolar y ciberbullying comienza con la empatía, el respeto y la acción conjunta de todos los miembros de la comunidad educativa.