El Papa Francisco sufre una caída e inmovilizan su brazo como precaución

El papa Francisco, de 88 años, experimentó una caída este jueves en su residencia vaticana, la Casa Santa Marta, que le provocó un hematoma en el antebrazo derecho. Según un comunicado emitido por la oficina de prensa del Vaticano, el pontífice no sufrió fracturas, pero por precaución se le inmovilizó el brazo con un cabestrillo.

El incidente ocurre pocas semanas después de otro episodio similar. El pasado 7 de diciembre, Francisco se golpeó la barbilla contra su mesita de noche en lo que también fue catalogado como una aparente caída. Este accidente le dejó un visible moretón en el rostro, lo que reavivó las especulaciones sobre su estado de salud.

A pesar de los desafíos físicos, como problemas severos en las rodillas que le obligan a utilizar silla de ruedas o andador, el papa continuó con su agenda habitual tras el accidente. Fue visto participando en audiencias, con el brazo inmovilizado, pero manteniendo su compromiso con las actividades programadas en el Vaticano.

Francisco también se refirió recientemente a un resfriado que lo llevó a presidir el rezo del Ángelus dominical desde la capilla de su residencia y no desde la ventana del Palacio Apostólico. En su mensaje retransmitido por la Santa Sede, el pontífice explicó: “Estoy mejorando, pero se deben tomar precauciones”, acompañado de una voz afectada y episodios de tos.

El estado de salud del papa es un tema recurrente de interés dentro y fuera del Vaticano. Desde que el papa Benedicto XVI abriera el debate sobre la renuncia papal al dimitir en 2013 tras una caída, las preguntas sobre la capacidad física del pontífice han estado presentes. Sin embargo, Francisco ha sido claro respecto a su intención de no renunciar en el futuro cercano, a pesar de los desafíos que enfrenta.

En su reciente autobiografía titulada Esperanza, Francisco compartió que ni siquiera consideró la posibilidad de renunciar durante momentos de grave dificultad, como su cirugía intestinal mayor. “Benedicto abrió una puerta, pero no es algo que esté en mi mente por ahora”, afirmó.

Aunque los accidentes recientes han puesto de relieve las limitaciones físicas del papa Francisco, su dedicación y fortaleza siguen siendo evidentes. Con medidas de precaución y el apoyo de su equipo, el pontífice continúa liderando la Iglesia Católica mientras enfrenta los retos propios de su edad y salud.