Presunta “traición” del senador Yunes Márquez podría inclinar la balanza en reforma judicial

La sorpresiva solicitud de licencia del senador Miguel Ángel Yunes Márquez, presentada a pocas horas del crucial debate sobre la reforma judicial, ha causado una gran conmoción en el Senado. La decisión, anunciada por supuestas razones de salud, ha llevado a que su puesto sea asumido temporalmente por su padre, el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Este cambio inesperado en la composición del Senado podría tener implicaciones significativas en la votación de la reforma, que busca modificar la elección de jueces, ministros y magistrados.

El movimiento de Yunes Márquez ha sido interpretado por muchos como un posible cambio en la dinámica del debate sobre la reforma judicial. Su voto se había convertido en un elemento clave para que Morena alcanzara la mayoría calificada necesaria para aprobar la reforma. La llegada de su padre al Senado ha añadido una capa de incertidumbre y ha levantado sospechas de que podría haber un acuerdo detrás de escena para asegurar los votos necesarios.

El ambiente en el Senado se ha tensado aún más con la rápida toma de protesta de Yunes Linares. Durante la ceremonia, el nuevo senador fue abucheado por los legisladores de oposición, quienes lo acusaron de traidor. Yunes Linares defendió su posición afirmando que la ausencia de su hijo se debe a serios problemas de salud, pero esta explicación no ha logrado calmar las críticas ni las especulaciones sobre su lealtad política.

El impacto de esta licencia se amplifica considerando que Yunes Márquez era uno de los pocos senadores del PAN comprometidos a votar en contra de la reforma. Su ausencia en la reunión preparatoria para el debate, combinada con el rápido nombramiento de su padre, ha intensificado las sospechas de que podría haber un acuerdo entre los Yunes y Morena para asegurar la aprobación de la reforma. Esta percepción está afectando la cohesión y la moral dentro de la oposición.

Los miembros de la oposición, que incluyen al PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, están preocupados por la posibilidad de que la reforma, a la cual se oponen firmemente, pueda ser aprobada a pesar de sus esfuerzos por bloquearla. La presión para que los senadores mantengan una postura firme ha aumentado, mientras que las protestas en contra de la reforma se intensifican fuera del Senado.

A medida que se acerca la fecha de la votación, el papel de los senadores y la dinámica interna del Senado serán cruciales para determinar el futuro de la reforma judicial. La inesperada licencia de Yunes Márquez y el ascenso de su padre podrían ser factores decisivos que alteren el equilibrio de poder y definan el resultado final de esta polémica propuesta legislativa.