Lula da Silva ocupará nuevamente la presidencia de Brasil
Lula ganó con el 50,85% de los votos, mientras que su oponente de ultraderecha quedó atrás con el 49,15%.
Brasil ya tiene presidente. Este domingo 30 de octubre, Luiz Inácio Lula da Silva, más conocido como Lula a nivel mundial, salió electo para ocupar nuevamente el sillón presidencial del país. Ello tras vencer a Jair Bolsonaro, actual presidente, en la segunda vuelta.
De acuerdo al Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE), Lula ganó con el 50,85% de los votos, mientras que su oponente de ultraderecha quedó atrás con el 49,15%. Este triunfo significa el regreso de la izquierda brasileña al poder, luego de que el país ha sido gobernado por la extrema derecha.
“Gobernaré para 215 millones de brasileños. No hay dos brasiles, hay un solo país, un único pueblo, una gran nación”, ha proclamado el presidente electo, tras haber recibido el resultado oficial.
Además, ha manifestado que con su mandato se revitalizará la democracia en Brasil. “No es una victoria mía, ni del PT, ni de los partidos que me han apoyado, es la victoria de un gran movimiento democrático por encima de partidos de intereses personales”, agregó.
Frente a un panorama donde más de 33 millones de brasileños padecen hambre, hay grandes niveles de pobreza, el crecimiento económico es débil y la coyuntura internacional compleja, Lula tiene una gran tarea que enfrentar. “Nuestro compromiso más urgente es acabar otra vez con el hambre”, señaló.
Cabe recordar que Lula fue presidente de Brasil de 2003 a 2006 y de 2007 a 2011, tiempo donde su gobierno financió grandes programas de bienestar social y sacó a millones de personas de la pobreza. Sin embargo, en el marco de la investigación de corrupción más grande de Brasil, la “Operación Lava Jato”, Lula fue condenado por corrupción y lavado de dinero en 2017, pero liberado en 2021 cuando el tribunal desestimó su condena.
El próximo Año Nuevo en Brasilia, capital del país, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) asumirá el mando presidencial. En tal sentido, por primera vez en la historia, las cinco principales economías de Latinoamérica estarán gobernadas por la izquierda.