EE. UU. refuerza presencia militar en Medio Oriente ante amenaza de Irán
El Pentágono envió portaaviones y un submarino nuclear a la región en apoyo a Israel, para disuadir posibles ataques.
Estados Unidos ha fortalecido su presencia militar en el Medio Oriente con el envío de refuerzos navales y aéreos, en un esfuerzo por apoyar a Israel ante posibles ataques de Irán o Hezbollah. Esta acción se da en el contexto de las inminentes conversaciones sobre un alto al fuego en Gaza, programadas para reanudarse esta semana. La medida refleja la creciente preocupación de Washington por una escalada del conflicto en la región.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ordenó que el grupo de portaaviones USS Abraham Lincoln acelere su llegada al área, acompañado por el submarino USS Georgia. Estas decisiones buscan disuadir a Irán y Hezbollah de tomar represalias por recientes asesinatos de militantes en Beirut y Teherán. Además, se enmarcan en un contexto de intensificación de las tensiones, donde las defensas israelíes se ven reforzadas con el respaldo militar de Estados Unidos.
Las conversaciones sobre un alto al fuego en Gaza, impulsadas por Estados Unidos, Catar y Egipto, se encuentran en una etapa crítica. Sin embargo, persisten grandes obstáculos, como la negativa de Hamas a aceptar los términos propuestos y las demandas de Israel para garantizar su seguridad. Estos desacuerdos han mantenido estancadas las negociaciones, que ya suman más de diez meses de conflicto.
En este delicado escenario, Israel ha expresado su disposición a participar en las conversaciones, aunque mantiene sus condiciones principales sin cambios. El conflicto, iniciado por un ataque de Hamas contra Israel, ha involucrado a Hezbollah y a los hutíes de Yemen, todos apoyados por Irán, lo que complica aún más las posibilidades de alcanzar una tregua duradera.
El aumento de la presencia militar estadounidense busca no solo disuadir posibles ataques, sino también influir en el curso de las negociaciones para evitar una mayor escalada del conflicto. A medida que se acercan las elecciones en Estados Unidos, Washington parece decidido a evitar una confrontación más amplia en el Medio Oriente, que podría tener repercusiones globales significativas.