La innovadora tecnología de Israel para protegerse de los misiles

En medio del caos que envuelve el conflicto entre Israel y Palestina, un elemento tecnológico ha surgido como protagonista en la narrativa bélica: el sofisticado sistema de defensa antimisiles israelí conocido como el "Domo de Hierro".

Este sistema móvil de defensa aérea, desarrollado hace una década por una empresa estatal de tecnología con sede en Haifa y respaldado por el Gobierno de Israel, se ha destacado por su capacidad para interceptar y neutralizar cohetes de corto alcance y proyectiles artilleros lanzados desde distancias que oscilan entre 4 y 70 kilómetros, apuntando a poblaciones civiles en territorio israelí.

Con el objetivo inicial de contrarrestar la amenaza de cohetes provenientes de las fronteras norte y sur, el Domo de Hierro no solo ha cumplido su propósito defensivo sino que ahora se encuentra en un proceso de expansión. Se prevé que su alcance efectivo se incremente de 70 a 250 kilómetros, mejorando su versatilidad para interceptar misiles provenientes de diversas direcciones.

Este sistema, esencial en la protección de la población civil, opera mediante un sofisticado sistema de radar. Detecta los cohetes, calcula su trayectoria y lanza misiles para interceptarlos. Su tecnología está especialmente optimizada para combatir cohetes pequeños, como los utilizados frecuentemente por Hamás, los cuales presentan señales débiles en los radares y son difíciles de rastrear de otra manera.

Además, el Domo de Hierro no solo se limita a la defensa pasiva. Proporciona información detallada sobre la ubicación desde la cual fueron lanzados los misiles interceptados, permitiendo al ejército de Israel tomar medidas inmediatas y, en algunos casos, contraatacar.

Se estima que el Domo de Hierro tiene una eficacia que oscila entre el 75% y el 90%, una estadística que subraya su importancia pero también señala los desafíos inherentes a la defensa en un contexto de conflicto armado. En medio de la tensión en Oriente Medio, el Domo de Hierro se presenta como una pieza clave en el ajedrez estratégico, un testimonio de la constante evolución de la tecnología en el teatro de operaciones moderno.