Hoy se cumple un año del ataque de Hamas a Israel
Tras el devastador ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023, Israel enfrenta una guerra existencial contra múltiples frentes impulsados por Irán.
Hace un año, el 7 de octubre de 2023, Israel sufrió una de las peores masacres de su historia reciente. Miles de militantes de Hamas irrumpieron en el sur del país, arrasando comunidades, secuestrando civiles y cometiendo actos de brutal violencia. Entre las víctimas, más de 200 personas fueron tomadas como rehenes y llevadas a Gaza, mientras el ejército israelí tardaba horas en reaccionar. Los ataques, que incluyeron violaciones, torturas y masacres, no solo dejaron profundas heridas en la sociedad israelí, sino que también expusieron la vulnerabilidad del ejército más poderoso de la región.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían desestimado información crucial que podría haber evitado el ataque, lo que desencadenó una crítica nacional e internacional hacia su respuesta. La escena de Yarden Bibas siendo secuestrado junto a sus hijos, mientras la turba se tomaba selfies con los cuerpos de las víctimas, quedó grabada en la memoria colectiva de Israel como símbolo del horror de ese día.
El contexto en el que se encuentra Israel no es simplemente una guerra convencional. El Estado judío se enfrenta a una estrategia más amplia, conocida como el "círculo de fuego", una red de actores respaldados por Irán que incluye a Hezbollah en Líbano, milicias en Siria e Irak, y otros grupos en la región. Irán, como líder ideológico y financiero, ha estado tejiendo este cerco durante años, utilizando sus apoderados para atacar a Israel desde diferentes frentes. Los cohetes que caen en territorio israelí, los drones que cruzan sus fronteras, y las infiltraciones desde el norte son solo algunos de los componentes de este esquema.
Funcionarios israelíes, como Alex Gendler, portavoz de la cancillería, subrayan que esta amenaza fue conceptualizada por el general iraní Qassem Soleimani, quien diseñó la estrategia de rodear a Israel con fuerzas aliadas, una táctica que ahora se ha vuelto tangible. La supervivencia de Israel está en juego, y según Roni Kaplan, portavoz de las FDI, esta guerra no solo es militar, sino también ideológica, ya que busca frenar la influencia iraní que se extiende por todo Oriente Medio.
La sociedad israelí está profundamente marcada por el conflicto. Desde el 7 de octubre, cada ciudadano parece tener una conexión personal con las víctimas o los combatientes en los distintos frentes. Mientras las operaciones militares israelíes buscan desmantelar la infraestructura terrorista de Hamas en Gaza, las cicatrices emocionales y físicas persisten. El asesinato de líderes terroristas, como Hassan Nasrallah de Hezbollah, ha traído una ligera sensación de alivio, pero las amenazas siguen presentes.
Israel está en guerra contra un enemigo que va más allá de los ataques convencionales. La influencia iraní se manifiesta en cada rincón del conflicto. Sin embargo, voces como la de Lucy Aharish, periodista de origen árabe, instan a buscar una solución a largo plazo, integrando a la minoría árabe israelí y apostando por un "nuevo Medio Oriente". No todos comparten este optimismo. Zohar, un sobreviviente de los ataques en el kibutz Kfar Aza, ha perdido la esperanza de una reconciliación, considerando que la guerra ha borrado cualquier posibilidad de negociación entre los pueblos.
Un año después del devastador ataque de Hamas, Israel sigue luchando no solo por su seguridad, sino por su existencia misma. Con Irán y sus aliados moviendo las piezas del tablero, el país enfrenta un conflicto prolongado y multifacético. La pregunta que queda es si Israel podrá desmantelar el "círculo de fuego" que lo rodea y encontrar una salida a este ciclo interminable de violencia.