Moscú sufre su mayor ataque con drones ucranianos

Moscú y sus suburbios sufrieron un ataque masivo con drones que dejó varias personas heridas y obligó al cierre temporal de importantes aeropuertos. Según el Ministerio de Defensa ruso, Ucrania lanzó 84 vehículos aéreos no tripulados dirigidos principalmente contra infraestructura civil en la región de Ramenskoye. Las autoridades rusas afirmaron que todos los drones fueron neutralizados, ya sea derribados o desviados mediante sistemas de guerra electrónica.

Los aeropuertos de Domodedovo, Sheremetyevo y Zhukovsky tuvieron que desviar 36 vuelos antes de reanudar operaciones. Por su parte, Ucrania denunció un récord de 145 drones rusos enviados contra su territorio en un ataque reciente, de los cuales 62 fueron neutralizados. A pesar de la magnitud de estos ataques, Kiev no reportó víctimas ni daños significativos.

En el contexto político, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó que el presidente Joe Biden comunicará al Congreso y al presidente electo Donald Trump la importancia de mantener el apoyo a Ucrania para evitar más inestabilidad en Europa. En una reciente conversación entre Trump y el mandatario ruso Vladimir Putin, ambos líderes discutieron posibles soluciones al conflicto, según reportes de prensa.

Sin embargo, Ucrania desmintió haber sido informada sobre esta comunicación, lo que añade más incertidumbre al escenario diplomático. Mientras tanto, la guerra de drones entre Moscú y Kiev refleja una escalada en la tecnología militar utilizada en el conflicto y la vulnerabilidad de infraestructuras clave.

La creciente tensión entre Rusia, Ucrania y los aliados occidentales subraya la urgencia de un diálogo político que detenga las hostilidades. Los ataques recientes no solo generan daños materiales, sino que también agravan la crisis humanitaria y la incertidumbre internacional sobre el futuro del conflicto.