Incendios en Los Ángeles: una amenaza latente pese al fin de la "bandera roja"
Autoridades refuerzan medidas contra incendios, saqueos y abuso de precios.
A pesar de que las autoridades meteorológicas rebajaron la alerta de “bandera roja” por fuertes vientos, Los Ángeles sigue bajo amenaza. La combinación de una prolongada sequía, bajos niveles de humedad y vientos moderados mantiene viva la posibilidad de nuevos incendios que podrían azotar la región en los próximos días.
Los expertos advierten que las condiciones propicias para el fuego podrían regresar el domingo 19 de enero, con probabilidades de vientos fuertes y baja humedad. Aunque los vientos pronosticados de hasta 112 km/h no se materializaron el 15 de enero, ráfagas de entre 48 y 64 km/h combinadas con nueve meses de escasas precipitaciones refuerzan la vulnerabilidad de la región.
Lindsey Horvath, supervisora del condado, pidió a los residentes mantener la precaución y estar preparados para evacuar si la situación empeora. “Queremos reiterar la situación especialmente peligrosa de hoy. Prepárense ahora y prepárense para salir”, declaró en una conferencia de prensa.
Hasta la fecha, los incendios han dejado un saldo devastador: 25 personas fallecidas, unas 6.5 millones bajo alerta y un área calcinada equivalente al tamaño de Washington D.C. Además, más de 12,000 viviendas y estructuras han sido dañadas o destruidas, y unas 200,000 personas han tenido que abandonar sus hogares.
En medio del caos provocado por los incendios, las autoridades también enfrentan un aumento en los saqueos. El sheriff del condado, Robert Luna, informó que 44 personas fueron detenidas el miércoles en las zonas afectadas de Eaton y Palisades. Aunque 14 de los detenidos enfrentan cargos por robo y podrían recibir condenas de hasta cadena perpetua, el resto fue arrestado por infracciones como violación del toque de queda, intrusión y posesión de armas o drogas.
“Si no perteneces allí, no vives allí, mantente fuera del lugar. No hay razón para que estés allí y serás arrestado”, advirtió Luna, en un intento de desalentar la actividad delictiva en las áreas más vulnerables.
Otro problema emergente es el aumento de precios en el alquiler, denunciado por las autoridades judiciales como un acto de aprovechamiento de la tragedia. Nathan Hochman, fiscal del distrito, prometió actuar con severidad contra los especuladores. “Si descubrimos que ha defraudado los precios y no ha tomado ninguna medida para remediarlo, actuaremos con todo el peso de la ley”, aseguró.
Aunque las condiciones actuales han ofrecido una breve tregua, la amenaza de incendios persiste. Las autoridades instan a la población a mantenerse informada y a cumplir con las medidas preventivas. La combinación de esfuerzos para mitigar el riesgo de nuevos incendios, combatir el delito y proteger a los afectados busca aliviar una situación que sigue siendo crítica.
En este contexto de incertidumbre, Los Ángeles enfrenta un desafío multifacético, donde la cooperación ciudadana y las acciones gubernamentales serán clave para superar la crisis.