Devastador incendio Hughes obliga a evacuaciones masivas al norte de Los Ángeles
Las llamas avanzan sin control mientras decenas de miles de personas huyen de sus hogares.
Un incendio forestal de rápida propagación, conocido como el incendio Hughes, ha desencadenado evacuaciones masivas en las escarpadas montañas al norte de Los Ángeles. Más de 50,000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares o a estar en alerta ante la amenaza de las llamas. Este desastre ocurre en un contexto de condiciones climáticas extremas, con fuertes vientos que alimentan el fuego en una región ya reseca.
El incendio comenzó el miércoles por la mañana y, en pocas horas, arrasó cerca de 40 kilómetros cuadrados de terreno, generando enormes columnas de humo oscuro que se extendieron cerca del lago Castaic, un popular destino recreativo situado a unos 65 kilómetros de Los Ángeles. Este lugar se encuentra cerca de las áreas afectadas por los incendios de Palisades y Eaton, que continúan ardiendo por tercera semana consecutiva.
Un tramo de casi 50 kilómetros de la autopista Interstate 5 fue cerrado mientras las llamas avanzaban a gran velocidad, amenazando comunidades más pobladas como Castaic, donde viven aproximadamente 18,000 personas. Tres escuelas de la zona fueron evacuadas como medida de precaución, según informó la Patrulla de Carreteras de California.
Las autoridades trabajan intensamente para contener el fuego. Equipos en tierra y aviones cisterna han intentado frenar su avance, aunque los vientos complican los esfuerzos. Mientras tanto, el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna, confirmó que más de 31,000 personas han recibido órdenes de evacuación obligatoria, mientras otras 23,000 están bajo advertencias.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha emitido una orden ejecutiva para acelerar los esfuerzos de limpieza en las zonas afectadas y mitigar los daños ambientales derivados del incendio. También se han aprobado medidas para instalar infraestructura de control de inundaciones y reforzar carreteras ante la posible llegada de lluvias durante el fin de semana. Bass también advirtió a los residentes sobre la posibilidad de que el viento disemine cenizas tóxicas, instándolos a consultar recursos oficiales para protegerse.
Por otro lado, los incendios de Palisades y Eaton siguen siendo motivo de preocupación. Hasta ahora, el fuego de Palisades ha sido contenido en un 68% y el de Eaton en un 91%. No obstante, estos incendios han causado la muerte de al menos 28 personas y destruido más de 14,000 estructuras desde su inicio el 7 de enero.
En medio de la tragedia, Southern California Edison, la principal empresa de servicios eléctricos de la región, enfrenta acusaciones de negligencia. Varias demandas presentadas por afectados alegan que el equipo defectuoso de la compañía podría haber originado el incendio. Un juez ha ordenado que se entreguen registros de los circuitos eléctricos en la zona donde comenzaron las llamas.
El presidente Donald Trump también ha anunciado una próxima visita a Los Ángeles y Carolina del Norte, tras criticar la gestión de emergencias durante su discurso inaugural el lunes. Aunque los detalles de su visita a Los Ángeles aún no se han definido, su presencia pone de relieve la gravedad de la situación.
Mientras los bomberos continúan luchando contra el avance del incendio Hughes y otros focos activos, las autoridades instan a la población a mantenerse alerta y preparada. Los vientos y las condiciones climáticas extremas han convertido el sur de California en un terreno propicio para estos desastres, subrayando la importancia de tomar medidas preventivas y reforzar los esfuerzos de mitigación. La región enfrenta días cruciales, con la esperanza de que las lluvias pronosticadas ayuden a contener las llamas y a aliviar a las comunidades devastadas.