Argentina se enfrenta al peor brote de dengue en años
La epidemia ha dejado un saldo de 280 fallecidos y más de 55 mil casos de contagio reportados.
La última epidemia de dengue que azotó a Argentina ha dejado un saldo trágico, con la lamentable pérdida de 280 vidas, marcando un hito sin precedentes desde la resurgencia del virus. Esta temporada ha sido testigo de un alarmante aumento en los casos confirmados y las fatalidades, según lo revela el más reciente informe del Ministerio de Salud de la Nación.
A medida que la epidemia alcanzaba su punto máximo durante la semana del 17 de marzo, con un total de 55,476 casos reportados, el país enfrentaba una situación crítica. Sin embargo, un rayo de esperanza se vislumbra en el horizonte, con datos que indican una disminución gradual de los casos en la mayoría de las 19 jurisdicciones afectadas, aunque tres aún experimentan un aumento en la incidencia del dengue.
Los expertos epidemiólogos del Ministerio de Salud han revelado cifras alarmantes que contrastan con temporadas anteriores, con un aumento de 3.25 veces en los casos acumulados desde julio del año pasado hasta la semana del 14 de abril, en comparación con el mismo período del año anterior. Además, los casos de esta epidemia superan en 9.24 veces los registros de la temporada 2019/2020, señalando la magnitud del desafío actual.
El análisis detallado de la situación revela patrones divergentes en diferentes regiones del país. Mientras que algunas, como la región del Nordeste, muestran signos alentadores de disminución de casos, otras, como el Noroeste y Cuyo, aún luchan con picos persistentes. La ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, por ejemplo, están experimentando una disminución de los casos, aunque persisten los llamados a la vigilancia y la prevención.
En medio de este escenario, los llamados a la acción para prevenir la propagación del dengue se intensifican. La limpieza de recipientes que puedan acumular agua estancada y la eliminación de criaderos de mosquitos se vuelven imperativas, especialmente en las próximas estaciones de otoño e invierno. Mientras tanto, el país enfrenta el desafío de contener una epidemia que, si bien muestra signos de retroceso, sigue siendo una amenaza significativa para la salud pública.