Panamá refuerza seguridad en el Darién para controlar el flujo de migrantes
Esto como parte del acuerdo con EE. UU. que incluye repatriación de migrantes y combate al tráfico humano.
Panamá ha cerrado al menos tres rutas utilizadas por migrantes para cruzar el Darién, la peligrosa selva que marca la frontera con Colombia, mediante la implementación de una "barrera perimetral". Esta medida busca "canalizar" el flujo migratorio y permitir un mayor control de esta ruta irregular utilizada diariamente por cientos de personas en su camino hacia Norteamérica.
El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá emitió un comunicado en el que se detallan las medidas tomadas para gestionar la migración irregular masiva que enfrenta el país. El objetivo es redirigir el flujo migratorio hacia Bajo Chiquito, el primer asentamiento que los migrantes encuentran tras cruzar la selva del Darién. Para ello, se han bloqueado tres pasos no autorizados que los migrantes suelen utilizar: dos en la costa pacífica y caribeña, y un paso terrestre que conduce al sector del Hito de Chucurti.
El Senafront explicó que antes se distribuían fuerzas de seguridad en múltiples puntos, lo que disminuía la efectividad en la lucha contra las organizaciones criminales transnacionales que se benefician del tráfico de personas y otros delitos conexos. Al concentrar los esfuerzos en un solo paso, se mejora significativamente la capacidad de control territorial y la protección de los migrantes, quienes a menudo denuncian ser víctimas de robos y violaciones por parte de bandas criminales a lo largo del Darién.
Además, la policía fronteriza anunció que el nuevo gobierno de José Raúl Mulino lanzará una campaña denominada "Darién" con el objetivo de garantizar un clima de paz y tranquilidad en esta región. Mulino, en una visita al Darién antes de su investidura, había adelantado la colocación de "cercas de serpentinas" y el aumento de la presencia policial en algunas zonas de la selva para dirigir a los migrantes hacia rutas controladas.
El cierre de estos pasos se produce en un contexto de creciente flujo migratorio por el Darién, con más de 195,000 personas cruzando esta selva en lo que va del año, la mayoría de ellos venezolanos. Durante su discurso de investidura, Mulino reiteró su compromiso de frenar la migración irregular, señalando que Panamá no será más un país de tránsito para los migrantes ilegales y prometiendo la instalación de más barreras para disuadir el uso de esta peligrosa ruta.