UE planea aumentar su gasto en defensa para apoyar a Ucrania

En respuesta a la creciente presión geopolítica y la redefinición de las alianzas globales, la Unión Europea ha anunciado un ambicioso plan para fortalecer su capacidad de defensa. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, presentó una estrategia de cinco puntos que permitiría a los Estados miembros acceder a préstamos por 150.000 millones de euros con el fin de modernizar sus arsenales y aumentar el respaldo militar a Ucrania. Esta iniciativa surge en un contexto de incertidumbre internacional, exacerbado por la suspensión del apoyo militar estadounidense a Kiev.

El programa, denominado "ReArm Europe", busca consolidar la seguridad del bloque mediante la adquisición de sistemas de defensa aérea, artillería avanzada, municiones y tecnología antidrones. Además, se contempla el uso de fondos comunitarios para inversiones estratégicas en el sector militar. Von der Leyen destacó que el objetivo es lograr una mayor independencia en materia de seguridad y garantizar que Europa pueda responder con rapidez ante amenazas externas.

Para incentivar el incremento del gasto militar, la UE planea flexibilizar sus normas fiscales, permitiendo que los países ajusten sus presupuestos sin enfrentar sanciones por déficit. Según estimaciones, si los Estados miembros aumentan su inversión en defensa en un 1.5% del PIB, podrían generarse hasta 650.000 millones de euros adicionales en un periodo de cuatro años. Esta medida refleja el reconocimiento de la UE sobre la necesidad de actuar con rapidez ante un panorama global en constante cambio.

El plan también considera la posibilidad de redirigir fondos no utilizados de la pandemia de COVID-19 hacia el sector de defensa. Además, se prevé que el Banco Europeo de Inversiones modifique sus criterios para permitir una mayor participación en el financiamiento de proyectos militares. Esta combinación de estrategias financieras y fiscales podría movilizar hasta 800.000 millones de euros en total, marcando un punto de inflexión en la política de seguridad europea.

Los líderes de los 27 Estados miembros debatirán esta propuesta en la próxima cumbre en Bruselas. Su aprobación y ejecución podrían redefinir la postura de la UE en materia de defensa, dotándola de mayor autonomía estratégica. La decisión final dependerá del respaldo político de cada nación y de su disposición a priorizar el gasto en seguridad frente a otros desafíos económicos y sociales.